RESUMEN: Se estima que un cuarto de todo el consumo mundial de electricidad se destina a la iluminación y sin embargo las lámparas usadas hasta hace muy poco tiempo fueron significativamente ineficientes. La lámpara incandescente sólo transformaba un 4% de la energía eléctrica consumida en luz, siendo el resto disipado en forma de calor. La lámpara fluorescente multiplica este rendimiento por cuatro o cinco, pero las lámparas led ya alcanzan una mejora en un factor 20.
No sorprende entonces que el Premio Nobel de Física de este año se haya destinado a las personas que hicieron posible la construcción de las lámparas LED. Akasaki, Amano y Nakamura lograron superar los obstáculos que por más de 30 años demoraron la construcción del led azul, una pieza fundamental en la transformación de toda la tecnología de la iluminación.
Actualmente disponemos de leds y de láseres de diodo que emiten en un abanico espectral enorme, desde el UV profundo hasta el IR medio. Aplicaciones en campos tan diversos como la salud, las comunicaciones y el procesamiento de materiales, son abordadas con estas herramientas.